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Siempre es grato recibir una invitación, más si se trata de una invitación a comer bien armonizada con excelentes vinos. Con la boca abierta, así me quedé tras este almuerzo de prensa que prepararon desde Bodegas Montecillo y Efecto Directo.
En esto, en el arte de pasmar Bodegas Montecillo ha dado un paso hacia adelante desde 2008 con Mercedes al frente como enóloga y más con esta nueva experiencia gastronómica junto a 5 Jotas del Callejón de Puigcerdá en Madrid. Ya están lejos esos vinos de rancio abolengo riojano que mis anteriores generaciones tiene grabado a fuego candente en sus cerebros. Han cambiado mucho, ¡lo prometo! Un perfil renovado donde la fruta ha cobrado entero protagonismo.
A pesar de que Bodegas Montecillo no tiene viñedo propio se aseguran una vendimia casi perfecta año tras años mediante los contratos históricos con todos sus proveedores. Gente del lugar que apuestan por pequeñas hectáreas de viñedo que han ido pasando de padres a hijos con el paso de los años, hasta poder decir que la mayoría de ellos llevan 40 años colaborando con la bodega y que, a día de hoy, son como ¡de la familia! Así pues, en esta simbiosis entre viticultores y bodega, nacen los nuevos Crianza, Reserva y Gran Reserva como tiempos de crianza mínima, ya que esta casa es experta y apuesta en largas crianzas… algo que nos demostró sobradamente con la degustación de fantásticas añadas antiguas por sistema Coravin en el este renombrado templo del cerdo ibérico 100% bellota. Servicio que está disponible siempre para darse un caprichito de añada antigua a un módico precio.
Estos viñedos ubicados todos en la localidad de Navarrete y alrededores, en plena Rioja Alta y de los que, según palabras de Merche: «no dejan pasar ni una uva mala» tiene cultivadas las variedades de Tempranillo, Garnacha, Graciano y Mazuelo. Unas 6500 kg. de fruta por hectárea.
Una de las cosas que más captaron mi atención es que las tinas de fermentación, a parte de tener una segunda camisa de refrigeración, llevan consigo el Método Ganímede mediante el cual se utiliza el propio gas natural procedente de la fermentación para provocar los remontados en los vinos tintos. La bodega tiembla con ellos, ¡literalmente! Adoraría ver el proceso.
Unos y otros íbamos llegado y nada puede anclar a una mesa más a los foodies invitados que degustar un Fino Quinta con una recién cortada tabla de Jamón Ibérico 100% Bellota compuesta de tres tipos de cortes: babilla, punta y maza. El cortador, amablemente, nos explicó que la babilla es la parte de mayor intensidad, la punta de mayor persistencia y más infiltración de materia grasa y la maza es la parte más jugosa. Contemplamos atónitos como con cada corte el mismo jamón 5 Jotas de 2011 cambia radicalmente su sabor. Una de mis combinaciones favoritas.
Comenzamos la comida, ya sentados, con Montecillo Crianza 2011 (PVP 8,75€ aproximadamente). Vino que se elaboró por primera vez en 1873 (hablamos de que Bodegas Montecillo es la tercera bodega más antigua de la DO.Ca. Rioja) y que todavía da mucho que hablar. Con el paso de los años se ha cambiado varias veces la etiqueta, algo normal cuando existe en cualquier parte evolución. Es muy frutal con un pequeño retazo de madera y fácil de tomar… muy apto para la Ensaladilla con ventresca del Norte de calidad que nos sirvieron. Estaba esplendida y recordaba a esa cocina «de toda la vida» en la que el punto fue dado por la mayonesa estaba emulsionada por el propio Aceite de Oliva Virgen Extra de la conserva de ventresca.
Carlos (Gerente de 5 Jotas Madrid) y Miguel Ángel (chef ejecutivo del mismo) nos explicaron que la nueva carta llevaba poco más de un mes y que habían apostado por una cocina tradicional en la que prevaleciera la calidad del Cerdo 5J y otras materias primas especialmente elegidas por encima de la técnica de cocina. Y tengo que admitir que, de vez en cuando, es de agradecer.
El siguiente alto lo hicimos con Montecillo Reserva 2010 (PVP 12€ aproximadamente). Procedente de un viñedo cuya edad está alrededor de 36 años, este vino se mantiene en contacto con sus hollejos sobre 20 días y cuya fermentación maloláctica se realiza en depósitos de hormigón. Después se cría en barrica mixta, en la que las duelas americanas y francesas se entrecruzan, de 225 litros durante 25 meses para pasar después «año y pico largo» en crianza reductiva en botella. Catado es fantástico. Mantiene muchísima fruta a pesar de su crianza y nos aporta balsámicos, café, sotobosque y elegante estructura en boca.
Como no podría ser de otra manera, dada la dirección que había tomado el almuerzo, acompañamos este fantástico vino con unas de las mejores croquetas que he probado en mi vida. Y no es broma. Nos explicaba Miguel Ángel que eran elaboradas con leche infusionada en hueso de jamón y con un proporción altísima de escombros (restos del jamón) al corte de jamón 5J respecto a la bechamel. Unos pequeños bocados que estallan en la boca ya que la bechamel está es casi líquida y el empanado súper crujiente. Continuábamos después con albóndigas caseras. Realizadas con el abanico del jamón junto a escombros al corte de jamón 5J: jugosas y salseadas con con una reducción muy fina y elegante.
La siguiente parada vino de la mano de Montecillo Gran Reserva 2001 Selección Especial (PVP 18,75€ aproximadamente). Repleto de frutos rojos en compota, mermeladas, chocolate. Puntos balsámicos bastante amplios, pimientas y ahumado. Vino muy equilibrado y de perfecta acidez. Este vino tan especial vino acompañado del momento #costilleando5JMontecillo, una divertida escena protagonizada por las costillas de Cerdo Ibérico 5 Jotas que se cocinan durante 40 minutos a 100 grados para terminar con un corto golpe de horno que termina con un plato de poca «chicha» aunque jugosa que te hace la boca agua. No las intentéis versionar en casa porque los Restaurantes 5 Jotas son los únicos locales con este tipo de pieza.
El último plato principal vino acompañado de una gran joya, Montecillo Gran Reserva 1991 Selección Especial. Es una golosina de maderas nobles y corte muy afrancesado. Es un vino de todo y nada. Pleno y con una boca sublime. Para acompañar, nada mejor que presa ibérica con sal Maldon a la parrilla: explosivamente jugosa, verdaderamente sensacional.
Cerramos este impecable almuerzo con una Ganache de chocolate con Aceite de Oliva Virgen Extra y Picatostes fritos con pimienta. Un absorbente bocado que me transportó a la niñez en el pueblo, esas tardes de invierno o de meriendas familiares en el que metías sin pudor a «chuparte los dedos» ese gran trozo de pan en el chocolate a la taza.
Está demostrado. Una cocina sincera que, en buena compañía, sabe mucho mejor.
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Este artículo es original e inédito sin intereses publicitarios, la publicación de marcas o imágenes corresponde a exclusivos criterios informativos. Escrito para devinosconalicia.com Revista on-line de gastronomía©.
About Alicia Gómez
Periodista gastronómica made in Soria. Gastrónoma y wine-sake lover vocacional, entusiasta del marketing y comunicadora nata analógica, digital y personalmente, más aún si tiene que ver con la gastronomía o la vinicultura. En tiempos difíciles, ¡persigo sueños! Además de fundadora de este portal de noticias gastronómicas, soy creadora de la consultoría de gastromarketing, comunicación y eventos aliciagastromkt.com y de la academia en lengua española de marketing y comunicación gastronómica academia.aliciagastromkt.com. Especialmente sensibilizada con los aromas, sabores, texturas… y con hacerlos llegar a la totalidad de la población, porque creo que la gastronomía es otra vía más para conversar. Por ello, mi proyección de presente y futuro es la de unir estas grandes disciplinas ya sea en literatura, impartiendo un taller o cata o mediante estrategias para restaurantes y productores.