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En el corazón de la Rioja Alavesa se encuentran la bodega familiar de Tentenublo Wines, una innovadora y revolucionaria creación de 2011 ubicada en el municipio de Laguardia. Su principal propulsor Roberto Oliván, joven transgresor y de inagotable energía, con 30 años, tiene en su cartera cuatro creaciones riojanas desenfadadas e inusuales.
¿Qué es Tentenublo?
Tentenublo tiene como principal objetivo la elaboración de vinos de las zonas más inadvertidas de La Rioja, es decir, recuperar la tradición vinícola perdida en algunos de los viñedos maltratados y más tradicionales en peligro de extinción de la Denominación de Origen. El de resaltar la complejidad y el carácter especial de estos suelos (margas y areniscas en replano con una altitud de 620 metros) y su clima extremo. Según declaraciones de Oliván “cada viñedo es único y por eso las producciones finales son muy limitadas”.
Tampoco la elaboración de sus vinos es común, en vez de utilizar depósitos de madera para vinificar los mostos, Oliván ha elegido depósitos de hormigón en una antigua Cooperativa construida en los años ‘80 para respetar las características organolépticas que ofrecen sus viñedos (a excepción del blanco del que hablaremos hoy que se fermenta en barrica como ya comentaremos después). Por esta misma razón, cada parcela se vinifica por separado esperando en cada caso su momento óptimo de maduración y, cuya fermentación alcohólica se realizará con métodos biológicos y la menor intervención, exclusivamente con levaduras autóctonas y de forma espontánea. La bodega tiene en gama cuatro vinos Tentenublo Wines Blanco y Tinto, y Escondite del Ardacho, El Abudillano.
La presencia inusual de Tentenublo
La peculiar imagen que ilustra la etiqueta de los vinos de la bodega, al menos de los de la gama Tentenublo, hace referencia a un popular repique de campanas que se realizaba con la intención de alejar a las nubes para que no ocasionaran tormentas días antes o durante la época de vendimia.
En las imágenes podemos ver el diseño de la etiqueta de la gama Tentenublo, vinos de los que hablaremos hoy en el siguiente apartado de «Tentenublo ahora no solo es un tañir de campana«. Es importante la apreciación de los orígenes del diseño, cómo se ideó y de dónde viene. Ya hemos mencionado anteriormente que es la representación de un repique de campana que aleja una tormenta de granizo: de ahí la parodia de que una campana rodeada por notas musicales persiga a una resbaladiza nube. Partiendo de esta simbología se ha querido dotar a la etiqueta de un aire cómico y singular. Esta representación desenfadada también está representada en el contenido de las botellas, pues podemos encontrar vinos jóvenes y frescos, frutales e intensos.
Y ahora…, es el momento de hablar de sus vinos
Ya hemos visto cuál es su origen e incluso el packaging que los envuelve, ahora pasemos a la fase de la cata. El primer contacto no estos vinos lo tuve en la Feria de Rioja celebrada en Lavinia de la calle Ortega y Gasset (Madrid) en Septiembre… y la verdad, me enamoraron. Son vinos trasgresores que forman parte de lo que me gusta denominar «Riojas de vanguardia«, porque lejos de pertenecer a los riojas de corte clásico no solo han evolucionado tanto en su proceso como en su forma, sino que son pioneros en un paladar muchísimo más joven y que no pasa inadvertido en absoluto, independientemente de que te guste este corte de vino o no.
Comencemos con Tentenublo Blanco. Se trata de un vino elaborado con Malvasía, Viura y Garnacha Blanca con una producción limitada de 1.500 botellas por añada bajo la sombra de la Denominación de Origen Rioja. Representa la vanguardia de los vinos blancos riojanos (como acabamos de señalar), que además de que enamora solo con olerlo. Procede de viñedos propios, con una edad aproximada de entre 40 y 100 años, cultivados con viticultura razonada, y con la mínima intervención y laboreo posible. Se elabora con un prensado delicado con prensa manual, fermentación en barricas de roble húngaro en la que el vino reposa durante un tiempo de cinco meses, con remontados cada día.
En copa encontramos un vino amarillo pálido con reflejos pajizos en la fase visual. Cuando acercamos el vino a la nariz, encontramos una referencia ¡espectacular! llena de fruta blanca de hueso y manzana, con ligeras notas amoscateladas procedente de las variedades y el ensamblaje en madera. Muy golosa y con leves tonos fermentativos. En boca es un vino de fácil toma y sensación grasa, ligeramente ácido con un sutil y elegante final amargo.
Pasamos al último vino del día con Tentenublo Tinto. Es un vino elaborado con Malvasía, Garnacha Tinta, Tempranillo y Viura con una producción limitada, como en el caso anterior. Así como Tentenublo Blanco, el tinto, representa la vanguardia de los vinos tintos riojanos. Procede de viñedos propios, con una edad aproximada de entre 40 y 100 años, cultivados con viticultura razonada, y con la mínima intervención y laboreo posible.
Se elabora con métodos biodinámicos y con la mínima intervención humana, Oliván apuesta en este vino por la fermentación espontánea para respetar íntegramente los aromas varietales de las uvas con las que se elabora. Es un vino inusual, para disfrutar sin complejos en la absoluta informalidad. Al fin ¡llegamos a la cata! En la fase visual encontramos un pigmento granate con vivos reflejos rubís, increíblemente vistoso. Mantiene los rasgos de diferenciación de la gama Tentenublo ya que posee una nariz frutal y golosa con fruta negra y roja como la fresa, ciruela, mora, etc… con ligeros toques balsámicos. En boca se perpetúan los aromas recibidos en nariz ya que se presenta muy frutal y muy goloso, aunque muy equilibrado y con una acidez media.
Con esto nos despedimos, os esperamos el miércoles con un nuevo post de La vuelta al mundo con Martiny, ¡no faltéis a la cita! ya que viajaremos de la mano de Vanessa a Nueva York para conocer sus rutas gastronómicas y de enoturismo. Aprovecho para anticiparos que el día 1 de Febrero estrenamos «Personaje Devinos«, una sección en la que abordaremos temas alrededor del mundo del vino y gastronómico a través de entrevistas o reportajes a diferentes profesionales, promesas o personajes históricos dentro del sector de la gastronomía o la viticultura… ¿os lo vais a perder?
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Este artículo es original e inédito sin intereses publicitarios, la publicación de marcas o imágenes corresponde a exclusivos criterios informativos. Escrito para Devinos con Alicia Gastroblog©.
About Alicia Gómez
Periodista gastronómica made in Soria. Gastrónoma y wine-sake lover vocacional, entusiasta del marketing y comunicadora nata analógica, digital y personalmente, más aún si tiene que ver con la gastronomía o la vinicultura. En tiempos difíciles, ¡persigo sueños! Además de fundadora de este portal de noticias gastronómicas, soy creadora de la consultoría de gastromarketing, comunicación y eventos aliciagastromkt.com y de la academia en lengua española de marketing y comunicación gastronómica academia.aliciagastromkt.com. Especialmente sensibilizada con los aromas, sabores, texturas… y con hacerlos llegar a la totalidad de la población, porque creo que la gastronomía es otra vía más para conversar. Por ello, mi proyección de presente y futuro es la de unir estas grandes disciplinas ya sea en literatura, impartiendo un taller o cata o mediante estrategias para restaurantes y productores.
2 comentarios on “Tentenublo: más que un tañir de campana”