Enofusión 2018: entre copa y copa

Con 8 ediciones a sus espaldas, el Congreso Internacional del Vino Enofusión, vuelve a reunir a gran parte del colectivo vinícola nacional en el marco de la Cumbre Gastronómica Internacional Reale Madrid Fusión. 16 actividades enológicas en el Wine Corner, más de 60 marcas de vino tienen presencia en las Expobodegas y se pueden catar más de 200 referencias en el Enobar. Además de ello, son 18 las catas que estos días acoge El Centro del Vino, entre ellas 5 maridajes cuyo protagonistas fueron vinos de Toledo, DOC Prosecco, DO Cataluña y los vinos canarios.

Con fervientes seguidores, aunque también con público no tan optimista, la presente edición de Enofusión continua en la misma línea de trabajo que en ediciones anteriores: EnoBar (cata libre de más de 200 referencias), Centro del Vino (con catas dirigidas), zona de exposición para bodegas y el WineCorner, que si queremos hablar sobre novedad, sería esta. Siendo lo que es, lo que resulta indudable es que Enofusión es un recuentro entre conocidos y amigos del vino. Porque una cosa es segura: en estos tres días, todo gira en torno a él.

Con multitud de actividades donde elegir, el visitante tanto de Enofusión y Reale Madrid Fusión tiene libre acceso a las zonas comunes (EnoBar, zona de exposición y el Wine Corner). Sin embargo, como cada año, las catas más cotizadas vuelven a ser las del Centro de Vino. Catas de pago, dirigidas, con una duración de una hora aproximadamente, servidas por sumilleres y, por supuesto, de aforo limitado. En esta edición han incorporado 5 catas-armonías para comprender la interacción entre comida y, por supuesto, el vino como absoluto epicentro de cada una de ellas.

Armonía entre Prosecco DOC y la cocina italiana de Mauro Elli

La historia del Prosecco se inicia hacia el año 1500, sin embargo, no es hasta el 1850 cuando se unifica el que ha resultado ser el rey de los espumosos a nivel de ventas internacionales. En este año, los italianos atribuyen a Federico Martinotti la invención de un nuevo método para hacer la segunda fermentación que, por supuesto, recibiría su nombre: método Martinotti. Este método consiste en provocar la segunda fermentación en un gran tanque de acero de forma similar al método Charmat. Originario de la región del Véneto y elaborado con la variedad Glera, el Prosecco es un vino cuya característica más relevante es la ligereza y la frescura mediante aromas cítricos y florares y con una acidez bastante marcada por norma general.

La cata dedicada a este vino espumoso, vino de la mano de Tanja Barattin (promoción y valorización de la DOC Prosecco) y Mauro Eli (del restaurante italiano Il Cantuccio, con una Estrella Michelín). Junto fueron armonizando los suculentos bocados del Hot dog de bogavante, la Crema de bacalao con chips de risotto a la milanesa, la Esponja con concentrado de jugo de ternera y crema de atún, la Espuma de mortadela con crumble de pistacho y el Hígado de ternera con cebolla blanca reinterpretado como un paté. Todos los bocados deliciosos y suculentos en los que predominaba el «gusto del territorio», tal y como lo ha expresado Eli desde la mesa presidencial.

Los vinos, por orden y armonía, marcados por su valor diferencial y predominante de frescura y acidez (aunque cada uno en su estilo), han sido:

• Prosecco DOC Treviso Brut (Masottina)
• 075 Carati Prosecco DOC Brut (Piera Martellozzo)
• Il Fresco Prosecco DOC Treviso Brut (Villa Sandi)
• Galié Prosecco DOC Treviso Extra Dry (Astoria)
• Millage Extra Dry (La Marca)

Armonía japo-mediterránea de la DO Catalunya con Restaurante Umiko

Si se desea encontrar una Denominación de Origen dispar en España, sin duda, un buen ejemplo es Cataluña. Con sede en Reus, la capital española del vermut, como Denominación de Origen vinícola nace en 1999 y actualmente tiene 35 variedades de uva autorizadas que se amoldan a muchos estilos, paladares y carteras. Este ha sido parte del mensaje que Clara Dalmau ha trasladado a todos los asistentes a este momento tan en comunión entre Japón y el Mar Mediterráneo.

Juan Alcaide junto a Pablo Álvaro, de restaurante Umiko (Calle de los Madrazo, 18, Madrid), desde su posición culinaria dentro de la cata, han remarcada que su proyecto gira en torno a la fusión entre la gastronomía mediterránea con la cultura japonesa. Intentan encontrar la mejor materia prima y con la mejor calidad. Basándose en estas premisas fueron capaces de sorprender a todo el Centro del Vino con su propuesta en 5 pequeños bocados: Ramen seco de carabinero (que incorporaba salsa de soja, aguacate y una reducción de su cabeza); Boloñesa de atún, Nigiri de vieira con mantequilla y cebollino y, finalmente, Mundo dulce : un bombón de pantera rosa como secuencia del retorno a una infancia feliz.

Con algunas armonías claramente afines y otras en las que el vino quedaba más que superado por el plato, D.O. Cataluña supo defender bien una plaza que lleva repitiendo varios años. La propuestas ha sido arriesgada, sin duda, y aun con sus fallos ha resultado ser un tremendo éxito de mano de los siguientes vinos:

• Sentits blanco deBodegas Puiggròs
• Domenio Sumoi de Bodegas Domenys
• Poesía Jove de Vins Padró
• Plana d’En Fonoll Chardonnay de Sant Josep Vins
• Viña Esmeralda blanco de Bodegas Torres

Devinos con Alicia Enofusión 2018

En el paseo entre los expositores y el EnoBar de Enofusión, esta edición ha estado repleta de grandes conocidos (como Astobiza txakolí vendimia tardía o la nueva añada de Evol Monastrell Pie Franco de la D.O. Jumilla, dos vinos interesantes cada uno en su estilo). Obviamente, existen en este espacio múltiples referencias que merece la pena parar a estudiar. Sin embargo, en esta ocasión, es de obligada mención el (todavía sin etiqueta) Oveja naranja 2017 de Bodegas Fontana (un blanco de gewurztraminer fermentado y criando sobre pieles durante 4 meses y un día en atmósfera inerte, que se sale de lo corriente y que gracias a sus características es particularmente gastronómico. Aunque dado su carácter tan especial: o te encanta, o no. Es una fricada).

También merece especial interés el Vino de Montaña, se debe seguir desde muy cerca para ver su evolución. Este vino tinto procede de viñedos en Cadalso de los Vidrios y la de la Sierra de Gata cuyas uvas se fermentaron por separado una vez vendimiadas. En los dos casos despalillado y en el de Gata con un mínimo estrujado (mucha uva entera). Remontados breves en Cadalso y bazuqueo en Gata. Descubes tempranos (a los 7 días). Toda su vinificación ha sido realizada en acero inoxidable.

El otro punto de atención es para la colección de crianza oxidativa y vermuts de Roberto Amillo. Estos generosos en general, y el amontillado en particular, siempre los he calificado como «bestias pardas». Mediante selección de botas, Amillo ha sabido transgredir en el Marco de Jerez con un oloroso rico en aromas, un palo cortado lleno de elegancia y «de libro» y un amontillado que tiene la salinidad de Sanlúcar marcada en cada gota. Son un espectáculo.

Los vermuts merecen una parada solo para ellos, incluso el más básico es complejo. Ni que decir tiene que el reserva de 14 meses hace templar hasta el más pintado de los catadores.

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