Índice
Seguimos la nueva temporada con uno de los eventos más provocadores previos al calor sofocante que nos «comimos» en Madrid. Esta es una tarea pendiente que tengo con cinco de los muchos elaboradores que hubo en este festival de las rayas y los sobreros canotier, y que, por cierto, hago encantadísima. Cita en donde hubo coctelería, cocina, aromas penetrantes y pequeños vasos de grueso vidrio con hielo y monditas de naranja.. ¡algunos ya sabréis por dónde voy! pero sí, lo aclaro, nos centramos en una de las grandes modas de este año: el vermú. Y para hablar de esta referencia qué mejor que encontrarse con grandísimos amigos y eventuales compañeros en las 12 horas del vermut dedicadas a paladear esta intensa bebida en la capital.
Al pan, pan y al vermut, ¿aceitunas?… ¡ya no!
Hay muchas divagaciones en torno a este ¿destilado?, ¿vino raro?, ¿zzz?…¿qué es? Existe demasiado público que se conoce la fórmula del vermut: vaso + hielo + naranjita + un generoso chorrito de vermú + ¡arriba, abajo, al centro y pa’ dentro! = ¡olé, olé! Incluso en el Madrid profundo, ese que suele terminar en «z», se tira todavía de grifo y se acompaña de un jugoso buñuelo de bacalao: de ahí la afinidad de muchos madrileños por visitar Casa Labra (entre otros establecimientos) los domingos y otras fiestas de guardar (llegando a esta conclusión porque siempre me lo encuentro lleno y nunca puedo tomar el aperitivo sin hacer cola).
Sin embargo, a la pregunta de qué es el vermut pocos consumidores saben qué es exactamente… únicamente saben que ¡les gusta! Pues bien, el vermú es una bebida que se elabora con vino, históricamente blanco, y macerado en hierbas como el ajenjo y otras sustancias amargas. No obstante, actualmente se ha renovado este concepto y, como no podía ser de otra manera, algunas marcas han revolucionado este este producto originalmente alemán tan «de aperitivo». Ya conocimos el caso de St. Petroni en Noche Buena de 2014 y el año anterior (pocos días después de su presentación) . Además de éste, en este curioso showroom monográfico conocimos cinco innovadoras referencias que me chocaron y, al menos, son dignas de ser mencionadas… por supuesto, y siempre hablando desde una perspectiva personal, me encantaron (contrariamente a lo que puedan decir algunas mentes brillantes).
El top 5 de las 12 horas del Vermut
S’ Vermouth. Extremo,… sobre todo para los amantes del amontillado. Casi podría decir que fue uno de mis favoritos porque está de infarto, pero no le haría justicia al resto, así que diré que me gustó mucho, mucho, mucho. Hecho en Huelva, ensalza la criadera – solera de la que sale por todos los costados: intenso, potente y con carácter especiado y herbal.
Lacuesta Vermouth Reserva criado en barrica de Acacia: Todos los buenos bebedores de vermú conocemos la madera característica de las referencias Lacuesta, ¡sí! E incluso podríais decirme que no tengo por qué irme al Lacuesta Barrica de Acacia ya que el clásico de roble francés está de vicio, sin embargo, este curioso toque me impactó y por eso decidí escribir sobre él. Tiene todos los aspectos del vermú de roble (tras sus 14 meses en madera) pero de formas más sutiles y elegantes, en inicio la nariz es algo peculiar pero recomendable al 100%.
Vermut Reserva Zarro: ¡Chulapo hasta las trancas! Se apodan a sí mismos el «Vermut de Madrid». Referencia súper interesante y muy económica para ser un reserva y haber pasado por madera durante unos mesecitos, tiene un importante aroma de piel de naranja y jengibre. Zarro tiene otro vermú con un packaging súper cuidado, ¡digno de coleccionista! pero, siendo franca, a nivel de vermú me quedo con este pedazo de Madrid macerado.
Vermut Rojo Fusión by Miró & Paco Pérez: se trata de una referencia creada por el cinco Estrellas Michelín Paco Pérez. ¡Algo curiosito! ya que conceptualiza algo tan clásico como ponerle la aceituna al vermú dado que este Miró Fusión está macerado en Arbequina. A algunos asistentes al salón no les gustó, sin embargo, a mí me entusiasmó que le dieran una vuelta de tuerca… al fin y al cabo, combinan un clásico del aperitivo español en un vaso y sin añadidos.
He dejado para el final: Arlini Original, ya que me pareció un espectáculo para terminar las 12 horas del vermut. Creo que para coctelería tiene un potencial alucinante debido a su personalidad indómita ligada a la Monastrell, de la que se elabora. ¡Ojo al dato! lejos de tener ese posgusto amargo tan característico en este tipo de bebidas, Arlini Original te deja un paladar golosón… frío, ¡increíble! y con añadidos o en cóctel ¡de alucinar!
Si te ha gustado este artículo recuerda que, más abajo, puedes disfrutar de otros que seguramente encuentres igual de interesantes… o eso espero, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño. Así que si quieres apoyar a Devinos con Alicia, déjanos tu comentario en el cajetín del final de página 😉
Suscríbete a la newsletter
Este artículo es original e inédito sin intereses publicitarios, la publicación de marcas o imágenes corresponde a exclusivos criterios informativos. Escrito para Devinos con Alicia Gastroblog©.
About Alicia Gómez
Periodista gastronómica made in Soria. Gastrónoma y wine-sake lover vocacional, entusiasta del marketing y comunicadora nata analógica, digital y personalmente, más aún si tiene que ver con la gastronomía o la vinicultura. En tiempos difíciles, ¡persigo sueños! Además de fundadora de este portal de noticias gastronómicas, soy creadora de la consultoría de gastromarketing, comunicación y eventos aliciagastromkt.com y de la academia en lengua española de marketing y comunicación gastronómica academia.aliciagastromkt.com. Especialmente sensibilizada con los aromas, sabores, texturas… y con hacerlos llegar a la totalidad de la población, porque creo que la gastronomía es otra vía más para conversar. Por ello, mi proyección de presente y futuro es la de unir estas grandes disciplinas ya sea en literatura, impartiendo un taller o cata o mediante estrategias para restaurantes y productores.