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No podía ser que, siendo castellana, siendo soriana, Castilla y León viniera con sus vinos a Madrid y no estuviera presente en ese salón, catándolos todos. Lo que vas a ver aquí (y posiblemente a probar, como consecuencia) no está sujeto a puntos otorgados en concursos, ni a simpatías hacia las bodegas y los bodegueros -que la mayoría me caen muy bien, también he de decirlo-. Estos son los vinos que más me impactaron durante el salón y que volvería a consumir una y mil veces más por su facilidad de trago, su carácter amable y sus aromas embriagadores.
Del mismo modo, no he querido eternizar el artículo y por eso está limitado a 10 referencias, sin embargo, mi deber es decirte que podría escribir otros 2 o 3 post si quieras conocerlas. Si es así, solo tienes que dejar tu comentario en la parte inferior.
Aquí se elaboran los vinos con DO de Castilla y León
Castilla y León es una tierra extensa, la región española con más superficie y una de las más vaciadas en población. A veces agreste, está cubierta de cultivos de cereal, altas montañas cuando no nos situamos ni en la meseta ni en los valles y de vinos importantes -amparados o no por Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas-.
El V Salón Grandes Vinos de Castilla y León nos concedió la oportunidad de conocer una selección a medio completar de lo que se está haciendo desde León a Soria, desde Salamanca a Burgos, desde Ávila o Segovia a Palencia… pasando por Valladolid.
A pesar de que la DO Ribera del Duero y la DO Rueda son las más conocidas, en esta rica y extensa tierra podemos encontrar muchas otras regiones .
- La del río Duero: Denominación de Origen Protegida de Rueda, D.O.P. Ribera del Duero, D.O.P. Toro, D.O.P. Cigales, D.O.P. Arlanza, D.O.P. Arribes, D.O.P. León, D.O.P. Tierra del Vino de Zamora, D.O.P. Valles de Benavente y D.O.P. Valtiendas.
- La atlántica (D.O.P. Bierzo).
- Las más meridionales: (D.O.P. Sierra de Salamanca y D.O.P. Cebrero), además de la Indicación Geográfica Protegida Vino de la Tierra de Castilla y León y los Vinos de Pago.
Rodríguez & Sanzo Bajo velo (D.O.P. Rueda)
Comienza nuestro recorrido por los vinos de Castilla y León con una referencia singular y atrevida que rompe los esquemas de todas las crianzas tradicionales en Rueda. Rodríguez & Sanzo ha querido marcar diferencias con la crianza durante 10 meses bajo velo de flor en bota (la crianza biológica de los vinos de Jerez) de un verdejo. Para adaptarlo a todos los públicos solo una parte del vino responde a este tipo de elaboración, el resto fermenta y tiene su crianza en la bota sin la incidencia del velo. Se obtiene así un vino delicioso repleto de fruta madura, frutos secos y flores con notas salinas y minerales en boca que armoniza escandalosamente bien con jamón ibérico, calderetas de marisco, guisos marineros y pescados.
Muedra Verdejo 2021 (D.O.P. Rueda)
Continuamos en la D.O.P. Rueda aunque trasladándonos hasta Tordesillas para visitar una bodega familiar y bajo tierra. Este monovarietal está cultivado sobre grava y arena a escasos metros del río. Su elaboración está hecha en acero inoxidable, en el que tiene también contacto con sus lías durante un tiempo. Lo que realmente me fascina de él es que perfila ese Verdejo tradicional que tanto me gusta y que rebosa aromas de hinojo, hierbas, fruta blanca (manzana Granny Smith) y cítricos (limón y pomelo). En boca es un vino muy agradable, con un paso repleto de fruta y peso gracias a las lías -aunque sin dejar de ser fresco-. Muy recomendable con quesos cremosos o semicurados, ensaladas de algas u hoja blanda (como espinacas o alcachofas) y carnes blancas.
Fuentenebro Albillo Mayor 2020 (D.O.P. Ribera del Duero)
Y para catar este vino nos movemos desde Tordesillas hasta los de viñedos centenarios de Soria ubicados a más de 900 metros de altura. Como te puedes imaginar el cultivo de esta Albillo Mayor tiene enjundia debido a que tiene una brotación muy temprana y una vendimia muy tardía con todos los inconvenientes (y trampas meteorológicas con las que te puedes topar por el camino). También tiene virtudes, como es la lenta maduración de las uvas. Para ensalzar los aromas de este monovarietal de Albillo Mayor se fermenta en hormigón y tiene una crianza en barrica de 10 meses. Como resultado de todo se obtiene un vino blanco rebosante de fruta blanca (melocotón blanco y albaricoque) y ciertos toques de flores blancas (azahar y jazmín) que se mezclan con frutos secos (avellana y almendra) y especias dulces (vainilla y canela). Recomendamos que lo pruebes con pescados grasos como rodaballo o besugo, es perfecto para el foie fresco a la plancha y para en pollo o pavo guisado.
Las avutardas 2018 (V.T. de Castilla y León)
Encaminamos nuestros pasos hacia Castronuño en Valladolid para visitar la bodega de Esteban Celemín Viticultor. Cambiamos de Albillo Mayor a Albillo Real cultivada en una parcela de suelo arenoso (casi de playa) en la superficie y arenisca según nos acercamos poco a poco a la roca madre. Las viñas de las que se extrae este vino tienen 120 a sus espaldas, el vino procedente de las plantas más viejunas que vamos a catar hoy. Está elaborado de forma tremendamente artesanal mediante una maceración con sus pieles, posterior prensando y fermentado en barrica. En él descubrimos una nariz suave de cítricos (piel de naranja), miel, fruta blanca (pera y manzana reineta) y flores blancas (jazmín). En boca es sedoso, con muy buena acidez y larga persistencia. Armoniza muy bien con sushi y sashimi, boquerones en aceite, pollo al horno o en curry.
Barcolobo Lacrimae Rerum 2021 (V.T. de Castilla y León)
Cambiamos a rosado, pero sin salir de la Vega del Duero, para entrar en contacto con un vino elaborado en rosado a partir de la variedad Tempranillo desde un viñedo ubicado a 705 metros de altura en la Reserva Natural «Riberas de Castronuño». Para su elaboración se fermenta y envejece durante 3 meses en barricas de roble francés. Gracias a todo este proceso se obtiene un vino con aromas de flor roja (rosa), flor azul (violeta) y frutos secos (almendra). También posee una boca fresca y sabrosa. Un vino ideal para acompañar arroces, ensalada o para abrir boca antes de cualquier comida.
La Payana 2019 (D.O.P. Cebreros)
De Valladolid nos movemos hasta Ávila para descubrir un vino de Garnacha que ya ha formado parte de este blog en el artículo Top cool spanish Garnacha, pero es que no ha perdido su encanto. Es un vino tinto con poca capa procedente de una viña de más de 95 años situada en la Payana, una de las zonas más frías de Cebreros. Su elaboración pasa por un pisado con los pies (dejando entre un 20% y un 30% de raspón), fermentación espontánea y paso por barrica de roble francés de varios usos. Es recomendable que antes de disfrutarlo dejes que tome algo de oxígeno. Personalmente es un vino que me encanta y que me recuerda a frutas del bosque (arándano, mora), especias dulces (anís) y hierbas aromáticas (hinojo, hierbabuena y eneldo), es un rotundo paseo por el campo. En boca es fresco, tremendamente fácil de beber y equilibrado. Es perfecto para acompañar estofados, lechazo y barbacoas, aunque sigo manteniendo la armonía que pensé en 2015: chuleta de vaca a la parrilla con chutney de mango y pollo asado con pimientos fritos.
13 Cántaros Nicolás 2020 (D.O.P. Cigales)
Me alucina mucho cuando una botella de vino cuenta una historia, como es el caso de los 13 Cántaros Nicolás de Bodegas César Príncipe procedente de la región vitivinícola de Cigales, al sur de Palencia. Este vino nace en la viña, nace en la actual bodega, pero también nació cuando el abuelo Eutiquio escribió a tiza en la pared: «debo 13 cántaros a Nicolás». Esta deuda no tenía otro fin que rellenar el tino y detener la oxidación. Este maravilloso vino se elabora a partir de Tempranillo ubicado en Fuensaldaña y permanece durante 8 meses en barricas de roble. Lo que tenemos dentro de esta botella es una nariz fresca y muy afrutada repleta de fruta negra (ciruela) y especias (regaliz). La boca es redonda y muy equilibrada. Es perfecto para acompañar carnes blancas a la parrilla o a la plancha, embutidos, quesos con una ligera curación y pizzas.
Bruneo Juan García 2019 (D.O.P. Arribes)
Me gustaría llevarte al límite con Portugal para conocer una variedad que posiblemente no te suene: Juan García. Una variedad, entre otras muchas que ha sido la cruel víctima del abandono de viñedos y relevo generacional y que es autóctona de la zona vitivinícola de Arribes del Duero. La madurez en los racimos se obtiene, en parte, gracias al reflejo de los rayos de luz sobre los suelos graníticos enclavados en el Parque Natural de Arribes. Este vino fermenta en acero inoxidable y tiene una posterior crianza durante 7 meses en barrica de roble francés de 300 litros sobre sus lías finas. Es un vino colosal, especialmente si le dejas respirar un rato. Al pan tostado y la vainilla de la madera se le une los recuerdos de fruta madura del bosque, regaliz y mineral. La boca es muy elegante y de acidez potente. Mi recomendación sobre armonía se sitúa en las carnes rojas, estofados, asados, quesos curados y embutidos ibéricos.
Zerberos El Altar 2019 (D.O.P. Cebreros)
Así llegamos al penúltimo vino de mi deliciosa selección, con un vino de Daniel Ramos y su insaciable afán por acercarse al límite y extraer hasta el alma de la Sierra de Gredos. El altar procede de vides cultivadas sobre suelo granítico, 1 de los dos tipos de suelo que prevalecen en esta zona vitivinícola abulense. Se trata de un vino de Garnacha vieja que nace en una parcela de más de 60 años llamada el Barranco. Para su elaboración la uva se encuentra totalmente despalillada, fermenta y se cría durante 12 meses en barricas de roble de 600 litros. El altar es un vino ligero e inmensamente elegante que exhibe fruta roja por todos lados junto a hierbas (menta, jara y montebajo) y especias. Como maridaje de excepción capón relleno de manzana, pero también te recomiendo con chocolate, ¡la verdad es que va genial con todo!
Ciclón Rufete 2019 (D.O.P. Sierra de Salamanca)
Llegamos al último vino de este listado, ¡casi me da penita! Y para ellos nos metemos de lleno en la Bodega Viñas Serrana, en plena Sierra de Francia. Ciclón es fruto de la mezcla de los viñedos de 7 municipios de la zona, todos ellos con sus propias particularidades, y Rufete (aunque la acompañan otras como la Rufete Blanca, la Calabrés y la Aragonés). La vinificación se lleva a cabo de dos formas distintas, por un lado, fermenta de manera espontánea en depósitos abiertos de 2500 litros; por otra, con raspón entero, terminando su ensamblaje en barricas de 500 litros y en las cuales se produce 10 meses de crianza. Es un vino que me apasiona y me parece el cierre perfecto para este artículo. Desprende una ingente cantidad frutas rojas (ciruelas y fresas), cítricos (piel de naranja), notas de hierbas aromáticas (tomillo) en nariz y en boca se muestra elegante, equilibrado y repleto de sabrosura con ligeros toques rústicos. Te lo recomiendo con arroz caldoso, quesos semicurados y pescados azules como el atún.
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Este artículo se ha publicado sin intereses publicitarios, la aparición de marcas o imágenes corresponde a exclusivos criterios informativos. Escrito para www.devinosconalicia.com Revista on-line de gastronomía©
About Alicia Gómez
Periodista gastronómica made in Soria. Gastrónoma y wine-sake lover vocacional, entusiasta del marketing y comunicadora nata analógica, digital y personalmente, más aún si tiene que ver con la gastronomía o la vinicultura. En tiempos difíciles, ¡persigo sueños! Además de fundadora de este portal de noticias gastronómicas, soy creadora de la consultoría de gastromarketing, comunicación y eventos aliciagastromkt.com y de la academia en lengua española de marketing y comunicación gastronómica academia.aliciagastromkt.com. Especialmente sensibilizada con los aromas, sabores, texturas… y con hacerlos llegar a la totalidad de la población, porque creo que la gastronomía es otra vía más para conversar. Por ello, mi proyección de presente y futuro es la de unir estas grandes disciplinas ya sea en literatura, impartiendo un taller o cata o mediante estrategias para restaurantes y productores.